jueves, septiembre 20, 2007

Diga lo primero que le venga a la cabeza


Hay demente un color cobrizo entre labios argenta que muerden rojos y desesperan sin humedad ni control como quien nuevamente se quisiera dejar arrastrar entre las hojas de un parque en silencio a punto de cerrar girando con las ondas de tu recuerdo en forma de idea fugaz con una retahíla de eslabones de piedra que repites una y otra vez ascendiendo en recurrentes sueños y descendiendo en fulgurantes miedos de pálida oscuridad con sabor a beso de verano perdido de otoño podrido patéticamente recostado en la espera como quien añora un viento sin color ni fuerza susurrando el nombre de la extraña que hay en ti ésa que se desdibuja cada vez que corro quemando tu recuerdo y dejando sus manchas en el asfalto de una carretera de apagado brillo en la que nadie se parará a descansar ni reparará en el arbusto de la cuneta al pie del camino ése que aún sigue allí después de tantos años y que no ha dejado de recordar ni un momento la idea que te asomó al roto rostro rojo mientras lo dejabas atrás después de tanto tiempo después de haberte dedicado sistemáticamente a olvidar todos esos instantes que te fueron negados pero que entonces parecían aguardar a la vuelta de la esquina como quien oye quebrarse todo en un segundo llegado de no se sabe dónde de esos que lo cambian todo sin que te des cuenta de nada y que también se deshacen al pie de las horas perdidas que una vez te vieron mirarlas con indiferencia y ahora morirías por recuperar pero no pasa nada tan malo como para buscar la mejor forma de perderte es simplemente que no te encuentras y eso no es nuevo pero sí es preocupante porque denota que no sabes dónde buscarte cada vez menos cada vez peor cada vez más traslúcido al mismo tiempo que la realidad se decolora ahí afuera entre gamas de gris desvaído de negro día sin huella dejándose caer al otro lado de lo que ya no importa nada y aún existe menos y que tiene la voz ronca de tanto callarte.

martes, septiembre 11, 2007

Sistema métrico irracional


La distancia que va...

...entre lo que siento y lo que pienso
...entre lo que pienso y lo que digo
...entre lo que digo y lo que los demás escuchan
...entre lo que escuchan y lo que entienden

es la que tengo que recorrer cada día y que me separa de...

...lo que imagino pero no existe
...lo que sueño pero olvido
...lo que espero pero no llega
...lo que no tengo pero me invento

domingo, septiembre 09, 2007

El canto de las sirenas: "Easy Love"

"Easy Love" - BADLY DRAWN BOY



Y sigo tratando de atrapar las olas de otro sueño azul, aunque despierte cada mañana con las manos vacías.

miércoles, septiembre 05, 2007

"A Scene At The Sea", de Takeshi Kitano


Ver el mar y querer abandonarte a él, cada vez con más intensidad. Dejar que la mirada se aleje y se borre, sin dejar rastro. Y que el amor silencioso se mezcle con la espuma del agua. Una sonrisa enigmática que hace oídos sordos a todo lo que no sea la forma de una ola perfecta. Vuelves la playa del revés y la arena empieza a caer del lado del tiempo perdido, el único que tiene sentido. Mientras, ella te dice que sí con los ojos, casi sin querer, los mismos que te lloran cuando te ven marchar y te dibujan recortado contra el horizonte, intentándolo una y otra vez. Los mismos que te siguen por toda la ciudad desesperadamente, acompañando tu búsqueda, tu serena obsesión. Una tarde no volverás y sólo quedará de ti ese rostro sonriente, grabado a fuego en su alma y en tu tabla de surf, que no es nada más que la puerta del abismo azul en el que siempre has querido quedarte a soñar.

Naturaleza salvaje: La Oveja Macho

RIIIINGG!!

-¿Quién es?
-Carnero comerciaaaal!!!
-Ejem... Don Cosme, yo creo que debería usted pedir la baja de la empresa, al menos mientras se le pasa el disgusto de lo de la infidelidad de su mujer.

El canto de las sirenas: "Seasons"

"Seasons" - CHRIS CORNELL



Summer nights and long warm days
Are stolen as the old moon falls
My mirror shows another face
Another place to hide it all
Another place to hide it all
And Im lost, behind
The words Ill never find
And Im left behind
As seasons roll on by

Sleeping with a full moon blanket
Sand and feathers for my head
Dreams have never been the answer
And dreams have never made my bed
Dreams have never made my bed

And Im lost, behind
The words Ill never find
And Im left behind
As seasons roll on by

Now I wanna fly above the storm
But you cant grow feathers in the rain
And the naked floor is cold as hell
This naked floor reminds me
Oh the naked floor reminds me

And Im lost, behind
Words Ill never find
And Im left behind
As seasons roll on by

If I should be short on words
And long on things to say
Could you crawl into my world
And take me worlds away
Should I be beside myself
And not even stay

And Im lost, behind
Words Ill never find
And Im left behind
As seasons roll on by


Para Bloodymara, otra náufraga en las mareas nocturnas. Para cuando te apetezca perderte (como a mí) detrás de las palabras que no consigues encontrar.

lunes, septiembre 03, 2007

La gracia de este chiste

Estoy convencido de que en el fondo, muy en el fondo de todo esto, tiene que haber algo realmente gracioso. Lo cierto es que llevo 35 años tratando de encontrarlo y no he sido capaz. No quisiera tener que esperar mucho más. Pero vete a saber. Igual es que mi sentido del humor es demasiado limitado. Lo único que sé es que, dentro de mí, la risa empieza a sonar cada vez menos limpia y más histérica.

"Death Proof", de Quentin Tarantino


Y otra "oda a la feminidad".

Tarantino sigue haciendo lo que quiere, que además (a diferencia de otros cineastas) es lo que mejor sabe hacer.

Me encanta la atmósfera nocturna de la primera mitad y la acción polvorienta y desenfrenada de la segunda. Con ese jocoso interludio en el hospital con el "sheriff" Michael Sparks y su paleto retoño. Y me gusta, entre otras muchas cosas, porque el amiguete Quentin reparte a la perfección sus gotas de talento dosificando sabiamente sus diálogos habituales con un planteamiento magníficamente planificado desde el primer hasta el último fotograma. Es un filme que "respira más" que los anteriores (o lo parece), pero sin duda es algo engañoso. El control de la maquinaria es tan férreo como en "Pulp Fiction".

Aunque, por otro lado, seguramente es su trabajo más visceral. Bastante más que "Kill Bill" (que más que visceral era entrañablemente romántico y tierno, por todo lo que tenía de reconocimiento emotivo) y, por supuesto, que las tres anteriores. Cuando digo visceral, me refiero a que en este caso no hay piruetas en la construcción del guión (ni en la estructura), ni las referencias son sutiles en absoluto. Todo es directo y frontal. Sin medias tintas.

Una sensación que me ha vuelto a poseer una vez más, al igual que me ocurriera con la primera parte de "Kill Bill", es la del placer que provoca ver cómo Tarantino conserva intacta su capacidad para mostrar la violencia de verdad. Nada de subterfugios, nada de esconderse detrás de recursos pirotécnicos o de cualquier otro tipo. Los golpes, las hostias, los puñetazos, duelen de verdad!! Duelen y perturban. Como ningún otro cineasta consigue. Es un modo perfecto de que las referencias setenteras que maneja se muestren en toda su fuerza.

Mención aparte para la capacidad de trasladar los modelos en los que se inspira el filme a su propio lenguaje cinematográfico (esto se ve especialmente en la primera mitad).

Magnífico el modo de presentarnos al siniestro "especialista Mike", al más puro estilo del cine de los 70. Personaje que, por cierto y en esencia, me ha recordado al vaquero fantasmal de "Mulholland Drive". Son como espectros de Hollywood, la cara oscura de la Industria. Y momentos como ese cutre poema que le recita a la neumática Vanessa Ferlito (tras la primera referencia al mismo), que parecen sacados directamente de la más casposa serie z explotation.

Mención aparte para el ambiente que Quentin crea en los dos bares: el garito de la primera parte, repleto de nocturnidad juvenil y rebeldía; y el sitio de comida rápida del segundo, con la cámara recorriendo circularmente la mesa.

Precioso y nada sutil (¿para qué?, la gracia está en mostrarlo así de diáfano) el homenaje a "Clerks" con Rosario Dawson apalancada en el capó del coche ante el local donde se reúnen las chicas y la fotografía en blanco y negro.

Utilización de la música: esto no hace falta ni comentarlo. Es el mejor y nadie le ha superado, por mucho que traten de imitarle.

El descubrimiento: Zoe Bell. Qué tía más auténtica y qué facilidad para asimilar su personalidad real con el argumento, por parte del guión. Porque, además, no se trata sólo de que Tarantino le haya construido un personaje ideal, sino que dicho personaje sirve (a su vez) para formar parte de un modo brillante del argumento y del tipo de cine al que se homenajea. Es metalenguaje por partida doble.

Cómo están filmadas las secuencias de carretera. No es interrogación, sino admiración. A la vieja usanza y con la sabiduría de los Elegidos. Es difícil recordar planos de carretera tan bien paridos; tal vez habría que irse al Spielberg de "El diablo sobre ruedas", o al Peckinpah de "La Huída".

Y volviendo a la música, despatarrante la coreografía final de hostias, con Kurt Russell "bailando" al son de los puñetazos, con "paso de claqué" final en forma de taconazo en el careto. Es el mejor número musical de la peli.

En definitiva: lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a decir "aquí estoy yo", cuando cada vez es más difícil que su cine sorprenda o impresione, en muchos aspectos. Lo consiguió con "Kill Bill" (con todo lo que había de precedente) y lo ha vuelto a conseguir con "Death Proof".

Como los más grandes, poco a poco va alimentando el odio de los detractores y la pasión de los incondicionales. Que dure.