Tiempo y marea
Entre las cuatro paredes de este cielo, cansado de esperar en vano, mi mundo de arena se deja arrastrar por la corriente. Todavía hay restos de los rayos del sol de la tarde, quemando en mi recuerdo. La tarde que no iba a terminar, todo el tiempo por delante. Tan pronto se fue de mi lado, sin darme tiempo a presentir las sombras. De vez en cuando atisbo el reflejo púrpura de aquel momento. Nada más que eso. ¿Cómo poder conservar algo que nunca llegas a tener del todo?, ¿de qué sirve esperar algo que ni siquiera sabes si va a llegar, pero en lo que no puedes evitar apostar la vida? Y mientras tanto, la certeza de lo inevitable. Que la rueda sigue girando, que la misma sangre pasa una y otra vez por el mismo lugar de mis venas, al igual que las olas en la orilla, siempre iguales, fingiendo ser distintas. Encomendarme a la luz de una estrella muerta y enterrar mis lágrimas en la arena, lluvia ignorada de mis ojos.
1 Comments:
Pues nada, a ver si algún cortometrajista me compra la idea. Se la dejo barata, jaja!! Un abrazo.
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