jueves, diciembre 10, 2009

Desde la azotea


Camisas creyendo que vuelan.
Alguien se ha despertado demasiado pronto.
Una esquina es escenario de un encuentro que uno de los dos no olvidará jamás.
La del sexto cree que nadie la mira.
Un pájaro busca acomodo sin conseguirlo.
El semáforo impide que ella llegue a tiempo.
Un niño que no volverá a casa.
Una pelea absurda.
La oscuridad asomando lentamente por la esquina de la ciudad.
Dos adolescentes caminan deprisa en dirección contraria al colegio.
Un último beso.
Una primera mirada.
La ventana oscura sigue estando oscura.
El viejo que se ríe solo.

Todas estas historias (que no empiezan ni acaban) y muchas más, desde la azotea. Donde el tiempo se detiene, respira y vuelve a caminar. Donde el aire es más real. Donde puedes ver el mundo sin que él te vea a ti. Puedes inventar ficciones, o interpretar realidades. Cuando te canses, bajarás y te incorporarás a esa gran mentira improvisada. Tú también serás otra historia cualquiera.

Mañana tampoco hablaré de mí.