viernes, enero 01, 2010

El viento de anoche y de mañana


Un viento que ha llegado furioso, como sacudiendo el ánimo y el desánimo. Como buscando responder a ese interrogante que se abre al principio de cada principio. Un viento frío e incómodo, rebelde, indómito. Mientras él se hacía sentir, un sueño absurdo pero turbio me acompañaba en esta primera noche. Un sueño con muertos, culpables, sótanos... y también con nombres cambiados, tiempos remotos y más viento. El viento, dentro y fuera. Y el paisaje recién estrenado que tiembla cuando miras por la ventana. No hay propósito que resista estas sacudidas. No hay firmeza que valga para un infierno que se desplaza a capricho. El muñeco de papel empieza el año como lo acabó, teniendo claro cual es su lugar en el mundo: aquél adonde el viento le lleve.