sábado, diciembre 26, 2009

Diálogos junto a la hoguera: Medianoche


-Ahí está otra vez, ¿lo oyes?
-Ñññññ...
-Toñito!!
-Mira que eres pesado... ¿qué quieres?
-El ruido, ¡otra vez!
-Aquí el único que hace ruido eres tú, que no hay quien duerma.
-Calla y escúchalo.
-No oigo nada.
-¿Y ahora? Mira, mira.... ahora!!
-Anda... sí. Es como un lamento.
-Sí... ¿será un fantasma?
-No jodas!
-Sí, sí... parece como de mujer.
-A ver, a ver... Es verdad, suena a voz de mujer.
-Yo tengo miedo. ¿Se lo decimos a los papas?
-Paso, paso... yo no me levanto.
-Uf... yo tampoco. Qué cague.
-Ahí está, otra vez. Brrrr!!!
-Creo que me voy a cagar encima.
-Es que suena muy cerca. Yo creo que está en esta misma habitación.
-Calla, joder!!
-Escucha, escucha...!
-Parece que dice algo...
-¿Qué?
-Sí... es como si hablase.
-Yo no lo entiendo. Es como un jadeo.
-No, pero dice algo.
-¿En castellano?
-No sé, suena raro...
-¿El gorro?
-¿Eh?
-Creo que ha dicho algo del gorro.
-No creo.
-Sí, sí... el gorro marrón, o el morro marrón...
-¿El porro?
-No, el porro no... el... "ME CORRO, CABRÓN", ha dicho "ME CORRO, CABRÓN"!!
-Uf... ya se ha callado.
-Menos mal.
-Toñito.
-¿Qué?
-Nada, que mejor no les decimos nada a los papas.
-No.
-Vale.