martes, diciembre 15, 2009

Diálogos junto a la hoguera: Steligator


-¿Diga?
-Buenas tardes, señora. ¿Me puede abrir la puerta?
-¿Diga?
-Sí, digo que buenas tardes, señora. ¿Sería tan amable de abrirme la puerta?
-¿Qué quiere?
-Si me abre la puerta se lo enseño.
-...
-¿Señora?
-Que vende algo, ¿no?
-No, señora. No vendo, ¡¡regalo!! Un regalo en exclusiva para usted.
-¿Y qué vende?
-(Joder con la p...) no, señora. Es un obsequio. No tiene usted que pagar nada.
-Ya. ¿Y cuánto cuesta?
-(La madre que la...) Jeje... señora... es usted desconfiada, ¿eh? Jeje... se trata de una promoción exclusiva.
-Libros ya tengo.
-NO! Digo... no, no se preocupe. Se trata de un producto completamente nuevo.
-El TNT ése de la tele ya me lo trajo mi hijo.
-¿El qué?
-El TNT para ver los canales nuevos.
-Ah... no, no. Nada que ver con eso. ¿Me puede abrir por favor?
-No abro.
-Eh... pero entonces no se lo podré enseñar. Mire que es completamente gratuito y si no lo quiere usted, se lo tendré que dejar a alguna vecina suya.
-Pues la Paqui no está, que tiene clase de chuchisu.
-¿De qué?
-El chuchisu ese de los chinos que dan de patadas.
-Jiu Jitsu.
-Sí. Eso de los chinos.
-Sí, bueno... señora, de verdad que se perderá usted una gran oportunidad de...
-La Rosi tampoco está. Ha ido a ver al de la condicional.
-Bueno, pero alguien habrá, jejeje... ¿O lo quiere usted?
-Mire, que no me trago yo nada de cosas que sean gratis. Y ya está, ¡ea!
-Y hace usted muy bien, porque hay mucho desaprensivo suelto.
-Eso, mucho depresivo de esos. Y a la que te das cuenta, te llevan al huerto.
-Usted déjeme entrar y yo se lo enseño. Le garantizo que es gratis total.
-¿Pero qué es?
-Ya le comentaba... Un producto completamente nuevo. Se llama "Steligator".
-No quiero bichos.
-¿Cómo?
-Que bichos no quiero. Ni gatos, ni perros. Tenía un periquito y...
-No, señora. Me ha entendido mal. El producto se llama "Steligator". No es ningún animal.
-Ah... ¿y para qué sirve?
-Pues es lo último en tecnología de funcionalidad personal, un hallazgo sin precedentes, revestido de todos los conocimientos procedentes de la hedonística griega y el...
-¿Lo qué?
-Uf... ¿sabe qué? Creo que esto es demasiado esfuerzo. No vale la pena.
-¿Pero para qué sirve?
-Es que me da la sensación de que no es usted el tipo de persona al que nuestro producto va dirigido. No quisiera que usted se molestara, ¿eh? Sólo que...
-No, pero si es igual. Es gratis.
-Ya, pero si usted no sabe para qué sirve...
-Eso lo mismo da. A mi marido tampoco le encontré nunca ninguna utilidad y cargué con él treinta años.
-Sí... bueno... hombre, no es lo mismo.
-Bueno, ¿me lo va a dar o no?
-Es que me tendría que firmar antes un impreso y darme unos datos que...
-Acabáramos. Que hay que pagarlo.
-No.... sí, bueno... la entrada sólo.
-¿Pero cómo que la entrada? O sea que encima se paga en varias veces.
-Muy poquito. Es una cuota raquítica.
-¿Riquítica? Si ya lo sabía yo... Mire, ¿sabe lo que le digo? Que se coge el pelagatos y se lo mete por el...
-¡¡Exacto!! Así es como funciona.
-Ah... pues póngame tres.

1 Comments:

At 10:09 a. m., Blogger Lore said...

Seguro que pegó en el barrio de mi madre jajaja.
Muy bueno. Me alegra volver a verte por estos lares.

 

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