jueves, enero 07, 2010

Historia natural


Objetivos, objetivos... puntos de mira, puntos de vista. Serpientes que se muerden la cola y echan a rodar hasta el infinito. Gente que habla, peces bajo el agua. Leones que se esconden tras los árboles y ratones que les ponen cascabeles a sus novias. Mi campo de visión está lleno de especies en extinción. Hacen "plop" y se esfuman en el aire. Golondrinas o gaviotas, ruiseñores o ruiseñoras. Se callan de repente y el cielo cambia de color. Mariposas. Algunas se esconden detrás de tus ojos y te despiertan por la mañana. Las más valientes llegan hasta tu estómago. Camaleones que se mimetizan con el mal ambiente y se contaminan. Tus pies de aleta de tiburón desnudos en remojo. Tus rodillas tienen huesos de paja. Tras ellos se esconden las cucarachas y con su mala pata de atrás se pinchan con la aguja. El gallo saca pecho en mitad de la tarde y grita a los cuatro vientos mientras gira sin parar en lo alto del tejado. Una tortuga echa a correr y salta la liebre. En la playa, los cangrejos lo han visto todo y avanzan hacia la nieve, sin mirar atrás. Todos los gatos encerrados han sido liberados y las hienas se han echado a llorar, sin quitar ojo del culebrón de la tele, que se arrastra lentamente. Finalmente, los conejos dejan de follar, defraudados. Es mentira lo que dicen las aves de mal agüero. El clímax sigue igual.