miércoles, noviembre 29, 2006

"Apocalipsis", de Stephen King

Image Hosted by ImageShack.us ¿Era posible ampliar y hasta mejorar “La danza de la muerte”?

Pues sí, lo era.

Pero claro, eso sólo podía tener lugar durante el período más brillante de King. Un empeño semejante, abordado en la segunda mitad de los noventa, sin duda habría terminado en fiasco absoluto. Del mismo modo que los últimos tomos de la saga de “La Torre Oscura” han resultado pálidos reflejos de la brillantez de los dos primeros. Hay cosas contra las que no se puede luchar. Y si la caricia de las musas te ha abandonado definitivamente, tan sólo te queda recurrir a la masturbación creadora.

Por suerte, como digo, “Apocalipsis” es un hito. Similar al de “It”. Esto es: obras ambiciosas, que abarcan muchos aspectos y en los que King vuelca lo mejor de sí mismo, como escritor. Si en “It” el espectro de personajes era más reducido, en “Apocalipsis” el autor de Maine establece un auténtico “tour de force” dotando a un elenco coral de auténtica humanidad. Y es que si analizamos uno por uno cada uno de los caracteres que intervienen en la novela, encontramos verdaderas muestras de talento a la hora de retratar personalidades distintas, ambiguas unas, planas otras, pero todas ellas caracterizadas por su tremenda credibilidad. No es un tipo de estructura único para el autor, aunque sí fue la primera vez que lo utilizó. Después repetiría en “La Tienda” o en “Tommyknockers”, por ejemplo… pero con suerte más irregular.

A diferencia de lo que ocurre con “It”, sin embargo, el terror que se nos presenta en “Apocalipsis” incide en los Grandes Miedos del hombre. Y no llega a cristalizar apenas en representaciones palpables, más allá de la presencia de Randall Flagg, que por otro lado no deja de ser otra abstracción más, en el fondo. A pesar de ello, las sensaciones terroríficas están ahí, a flor de piel. El miedo a la muerte, a la pérdida, al olvido… seguramente son miedos más humanos y menos fantasiosos. Pero es que los personajes de “Apocalipsis” son tan humanos como los de cualquier historia netamente realista.

Por lo demás, mención especial para el villano de la función, al que antes aludía. Randall Flagg viene a ser el compendio de las figuras oscuras “kingianas”. El Mal absoluto disfrazado de ser humano. La sublimación de lo peor del hombre, aderezado con los poderes oscuros.

Pero si justo es ensalzar el resultado en la descripción de personajes, no es menos oportuno valorar como se merece la propia trama, la ambientación, etc. Y es que no se trata del primer relato apocalíptico que la literatura fantástica nos ofrece. Pero el de King es un apocalipsis plenamente reconocible en el contexto de su obra. Puede recordar a otros (los de Finney, Stewart, Matheson…), pero en realidad no se parece a ninguno.

Además de eso, destacar hasta qué punto la obra no decae en ningún momento. Y en un volumen que ronda las mil trescientas páginas, no es algo baladí. Sirva como ejemplo el inicio, donde se nos presenta uno por uno a los personajes, sin que ninguna descripción resulte pesada, sino todo lo contrario. O el tramo final, en el que se nos cuenta el regreso de Tom y Stu a Boulder. King utiliza un buen número de páginas para ello, pero sin embargo en ningún momento se nos antoja algo aburrido. Todo lo contrario a lo que ocurre con pasajes similares de su última etapa, en la terrible “El cazador de sueños”, por ejemplo.

Al mismo tiempo, el autor se las ingenia para salpicar su obra de ramalazos llenos de melancolía, de intensidad en las relaciones de los personajes, con los que uno llega a encariñarse de verdad. Son esos momentos los que más recueran a “It”, que para mí sigue siendo el punto culminante del autor.

En definitiva, se puede hablar mucho y mal del King de los últimos años. Pero si de verdad se pretende ser justo, uno no puede obviar que el autor de best sellers terroríficos por autonomasia, tiene un puñado de momentos auténticamente magistrales, a lo largo de su extensa producción literaria. “Apocalipsis” es uno de ellos, al igual que lo son otros como “It”, “Cementerio de animales” o “Las cuatro estaciones”. Y si encima, como es el caso, se trata de un libro que a uno le trae hermosos recuerdos de adolescencia y le retrotrae a sus momentos de primeros goces literarios… ¿qué más se puede pedir?

5 Comments:

At 2:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

No olvidemos que Randall Flagg es también el malo de Los ojos del dragón y alguna otra historia de Stephen King, en un intento de cohesionar su particular cosmogonía como si de unos nuevos y actualizados Mitos se tratase.

 
At 11:51 p. m., Anonymous Anónimo said...

Me leí hace muchos años ese libro, y coincido plenamente en que es uno de los mejores de King. Y, sin embargo, injustamente uno de los más obviados.

 
At 8:27 p. m., Blogger Farseer said...

No puedo estar más de acuerdo con tus impresiones sobre Apocalipsis. King cuando está en forma es un contador de historias prodigioso, y aquí sin duda lo estaba. Es una gozada de novela.

 
At 7:07 p. m., Blogger Melmoth el Neuromante said...

Aunque King sea por lo general autor de terror, no considero que Apocalipsis entre en ese género; más bien pertenece a sus tímidos intentos de incursionar en la ciencia ficción.

Por lo demás me parece una excelente crítica. En cuanto al porqué es una de sus obras menos apreciadas, posiblemente se deba a su extensión, y a una muy mediocre adaptación para la televisión

 
At 1:42 p. m., Blogger Mirko said...

Sorpresa muy agradable la de encontrar a otro amante de Stephen King por estos lares :-)
A mí Apocalipsis me dejó exhausto, devastado, y siendo por ello un magnífico libro, me quedo con otras obras suyas que me dejaron sensaciones más vigorizantes: la obra maestra que es It (me alegro tanto de encontrar a alguien que la haya disfrutado también), las 4 estaciones, Salem's Lot, y casi todos sus relatos cortos (el umbral de la noche, fantástico).

 

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