El arte de mentirme
Si todo fuese mentira, te podría decir la verdad. Atrapar el viento cuando me cansase de acariciar a los sueños. Cortar en pedazos la realidad y volverla a ordenar a mi antojo. Echar de menos cuando ya estuviese harto de esperar. Llenar este inmenso mundo vacío de pequeños mundos vacíos, más confortables. Apresar en mis manos las arenas del tiempo y modelar un recuerdo de hormigón dulce. Contar cada día una historia diferente que siempre fuese cierta. Extrañarme de lo cotidiano cada día un poco más. Cambiar el paisaje con sólo descorrer las cortinas. Envenenar de raíz los malos pensamientos. Que la lluvia en el cristal sonase siempre distinto y que las luces del atardecer hablasen más de principios que de finales, al parpadear. Todas las noches cumplirían sus promesas. Desaparecerían del diccionario palabras como "casi", "algo", "apenas", "regular"... Que tu sombra me hiciese compañía. Un universo a mi medida que, aunque me quedase grande, sería agradable inventar. Si todo fuese mentira, te podría decir la verdad.