martes, octubre 30, 2007

Naturaleza Salvaje: El pavo real

-¿Has visto qué guapo está, con el uniforme de gala?
-Sí, yo siempre he dicho que la Letizia no es bastante para él.
-Además, es tan elegante...
-Y tan campechano...
-Aysss!!!
-Aysss!!!

domingo, octubre 28, 2007

Improvisarme


Descarto la posibilidad de una sorpresa, pero luego no soy capaz de abandonar el misterio de un día cualquiera. Pasajero de la lluvia, habitante de la media tarde. A veces no sé dar nombre a lo que siento, pero sí soy capaz de recordarlo. Y el recuerdo me abriga con un calor sorprendente. Algunas veces me siento así, como deslumbrado por el fulgor de un alma cálida y extraña, que viene a mí y rompe la rutina en mil pedazos. Entonces se cae el cielo, se hunde el techo y me encuentro nadando en azul y suave indefensión. Me empiezo a sentir bien cuando dejo de intentar entenderlo todo. Tu sombra me hace el boca a boca y expulso la angustia de turbios amaneceres que no quiero comprender, porque tampoco tienen explicación. Y a partir de ahí: el vértigo y cualquiera de mis ilusiones perdidas, acudiendo al rescate. Me dejan a salvo, en la orilla que separa mi mundo del resto del mundo. Me quedo tendido, mirando esa oscuridad sin nombre. Y ya no hay nada que me ate. Sé que cada día las amarras son menos y más débiles. Pero no me importan ni el temor ni la incertidumbre. Al fin y al cabo, siempre he sabido que si pertenezco a algún lugar, no se trata de ningún lugar en el que haya estado. Tan sólo esperar e improvisarme, para no olvidar lo que siempre he querido ser.

viernes, octubre 26, 2007

Atonía


Hoy no llevo acento. Hoy no me sirven las reglas ortográficas, porque soy la excepción que no recordarás. No me apetece indagar en lo esdrújulo ni disfrutar de lo agudo. Soy tan llano como una consonante muda, en la que nadie repara. Me falla la puntuación y me deshago en números rojos. No resistiría ni la más mínima tensión caligráfica. Me saldría de la cuadrícula, alicaído en el margen de la página. Ni siquiera me animan los monigotes improvisados en la esquina del papel, que permanecen silenciosos, cabizbajos y como avergonzados de compartir conmigo este momento gris, en el que la punta del lápiz se rompe y se suicida, de pura indiferencia. El trazo titubeante cae en picado, apático, desnudo de emoción, carente de toda inspiración. Los colores me duelen a la vista y se salen de la línea, como brotando de la mano sin fuerza de un niño de primaria. Es un viernes desmayado, como una página en blanco, como la respuesta de un examen tipo test en la que todas las alternativas son falsas. Una hipótesis destinada a quedarse en el limbo que separa el pensamiento de la expresión. Una fórmula que siempre da error tendente a infinito. Soy el punto sobre la i que cae rodando, se pierde para siempre debajo del sofá y deja sin significado las ideas fugaces, las verdades que se evaporan y se deshacen en la nada, ahogadas por la saliva de la punta de la lengua. Soy el error sin corregir de un examen suspendido, para el que nadie estudió.

miércoles, octubre 10, 2007

Diálogos junto a la hoguera: La musa araña

-Qué bien se está aquí, ¿verdad?
-Sí.
-Oye, hace mucho que no te leo nada nuevo en el blog.
-Ya.
-¿Y sobre qué escribes cuando no hay nada que contar?
-Siempre te puedes inventar algo.
-No, en serio.
-Vale, en serio: siempre hablo de ti.
-¿De mí? No entiendo.
-Yo tampoco, pero aún así, lo hago.
-Cómo te gusta quedarte conmigo...
-Me encantaría.
-¿El qué?
-Quedarme contigo.
-¿Dónde?
-En cualquier sitio.
-¿Sí?, ¿aquí, por ejemplo?
-Por ejemplo, aquí en esta noche. Que siempre fuese aquí y esta noche.
-Joder, "siempre" tampoco, ¿no? Qué aburrimiento.
-¿Ahora estás aburrida?
-No, ahora mismo no. Pero si llevase aquí muchas horas, pues igual sí que me terminaría aburriendo.
-¿Y qué otra cosa podrías hacer más interesante que estar aquí para siempre conmigo?
-Pues no lo sé. Ahora mismo...
-Yo tampoco. ¿Lo ves? No hay nada mejor. Tú y yo, aquí, siempre.
-Vale. Oye, tengo un poco de frío. ¿Nos vamos ya?
-Siempre me haces lo mismo.
-¿Qué? Pero si es la primera vez que venimos!
-Eso es lo que tú te crees. Pero yo he estado aquí muchas veces contigo. En realidad, venimos casi cada noche.
-¿Sabes que me estás empezando a asustar?
-Sí. Lo sé, porque cada noche me lo dices.
-Cada noche, ¿no? ¿Y luego qué pasa?
-Luego me clavas las uñas y lo cuento todo en el blog.

El canto de las sirenas: "Blue"

"Blue" - THE JAYHAWKS



Porque no hay canción más dulce para una melancolía tan cierta.
Porque no hay forma más feliz de cantarle a la tristeza.
Y porque no hay otoño sin añoranza y sin vuelta de hoja (muerta).